LITERATURA / Antonio Gutierrez

HA PUBLICADO 13 LIBROS ENTRE POESÍA, NARRATIVA, ENSAYO Y PSICOANÁLISIS. EN ESTA OCASIÓN UNA SELECCIÓN DE POEMAS QUE SE INCLUYEN EN SUS LIBROS "MOLDE PARA UNA METAFÍSICA", "LA CANCIÓN PRIMORDIAL" Y DE UN LIBRO INÉDITO, "ORQUESTA TÍPICA".



POEMA NOCTURNO


¿Quién podrá acaso
responder por todo esto?
por las constelaciones y la brisa
en esta noche extraña y la locura
que habita dentro de la triste sala
de nuestras perplejas cabezas.
Nadie, nadie en la curvatura de la bóveda
que dé cuenta de ese chillido que insiste
ni de toda una serie de cosas.
No se entienden las razones
que tendrá en sí la madreselva,
mucho menos la persistencia del agua.
Esto no es cuestión de palabras
sino de materiales convocados.
¿De qué se trata en definitiva?
¿Quiénes se harán cargo en esta hora?
Es tarde, la nada aúlla en el jardín
como un can vacío, animal ausente
ladrando a la geometría pura.
Es tarde, todo está quieto ahora
y ha empezado a sangrar de nuevo en el planeta.

(del libro: “Molde para una metafísica”, 2007)


DESACUERDO


Esta cabeza que es juez y parte,
sí misma y prójimo,
esta cara que no me satisface,
esta frente excesivamente frente
como un lugar común siempre en alto
o un muro donde se adivinan
los éxodos y las migraciones,
esta rodilla que pretende
declarar su independencia,
un pie que ignora su genealogía
de sandalias en la piedra
y pasos marchando en la tarde
hacia un extraño patíbulo,
esta ceja que es una palabra
y una breve huella en la mente,
el hígado que cumple con lo que la biología
espera de este tipo de órgano,
unos pulmones que son una inferencia
pero que funcionan a pesar del escándalo.
Esta extraña reunión soy yo
por decirlo de algún modo,
este cuerpo con quien no me llevo
muy bien que digamos.
Le reclamo su actitud inconsulta,
el exceso de atribuciones
que se toma lo biológico.
El me reclama el hacerlo sufrir
con mi nerviosismo frecuente.
A los dos nos tocó en suerte
el mismo rectángulo habitado,
la misma concesión del espacio,
la misma porción de luz,
la misma cuota de oscuridad.

(del libro: “La canción primordial”, 2005)


VUELVES A LA INFANCIA, MADRE


Madre, tu barco en este fin de año,
llegando al deshabitado puerto,
mientras la época ruge insaciable.
Abrazo tus huesos, tu cabecita abismal
de madre mía que se está yendo
por un costado de la tarde
hacia los prados melodiosos.
Vuelves a los días de la infancia,
a una esquina donde tu madre
te llama a la hora de la leche,
a tus juegos de pequeña futura madre mía
peinando mi pretérita cabeza de yeso,
acariciando las manos de loza
de la anterioridad de mis hermanos,
la piel de trapo del pasado de Myriam.
Vuelves a tus triciclos desvencijados
girando hacia atrás hasta arribar
flamantes a una mañana de reyes,
a tus muñecas decapitadas
por el tiempo y sus tijeras.
Escribo en la oscuridad, a tientas,
ahora que tu ser se apaga como
una amada lámpara de carne y hueso
y el sol se recuesta tras tu espalda.
Todas las aves se congregan
junto a tu cama y un triste coro
canta arias de tierra, canciones definitivas.
Madre mía en la hora limítrofe.

Navidad del 2008
(del libro: “Orquesta típica”, inédito)

FOTO: Mariano Salazar