COMUNICACIÓN / Evidencia de lo inngable

Las huellas del pasado reciente en la Argentina han dejado marcas más que contundentes en la gente. El “...no te metas…” o el “…por algo habrá sido…” siguen siendo moneda corriente, al menos conceptualmente, más allá de la frase utilizada.
Y la negación de la política, o lo político, es parte del síndrome. También es cierto que su anverso, la sacralización de lo político -y sus rituales-, secan la cabeza a gran parte de los sub-35, quienes en gran parte toman una postura de negar lo innegable. Quizá valga la pena pensar en las palabras de Raly Barrionuevo, en esa hermosa canción llamada Ey Paisano: “Aqui está la nueva generación/construyendo un mundo pleno sin idealización. / Y que me importa. Pensé que de política no iba a hablar /pero ahora que recuerdo, política hacemos todos al caminar.”.
Así, muchas veces lo paradojal aparece expuesto con mucha crudeza en el ámbito de la cultura, o al menos de los artistas. Recuerdo alguna charla con un amigo músico, de una banda de rock local: “…nosotros preferimos no involucrarnos en política, no nos gusta meternos en política…” era la idea que me transmitía, en una charla al respecto. Sin embargo, la banda de la que forma parte, tocó varias veces en actos de “índole política”. ¿Falta de conciencia?
Calle Caseros al 1400. Vereda impar. Un mural de Guinet reza “Fuera Monsanto”, y quizá la frase sea representativa de las consignas que ahora valen. Porque no sólo se trata de hacerse cargo o no; sino también las cuestiones que movilizan. Y ahí sí, los últimos tiempos han venido mostrándonos diversas convocatorias, donde músicos, bailarinas, artistas plásticos y otros más con sus artes, han puesto el cuerpo, no sólo apoyando, sino muchas veces siendo protagonistas de luchas por sus reivindicaciones.
Natacha es intérprete de danzas. Junto a un grupo de bailarines independientes y academias estuvieron realizando, el pasado 29 de Abril, una serie de actividades como parte de una lucha nacional por la Ley de la Danza. Le pregunto si concibe esto como una intervención política:

N: - “…claro que lo es […] Nuestra acción política creo que va a tener más que ver con generar espacios de encuentro. En Salta está muy dividido el ámbito de la danza, entre las academias de clásico fundamentalmente. Pero eso no es toda la danza. Y la gente se quiere mover y quiere hacer. Y creo que nos interesa más eso por ahora…”, nos señala.
A13: - Los artistas deben involucrarse en las problemáticas sociales desde su arte o , o el arte tiene otra función?
N: - “¿La otra función sería una función de adorno? ¿Goce estético? Naaaa… El arte es social y se hace desde las problemáticas sociales, en un contexto determinado, con una historia que te atraviesa…”

Quizá más exposición tuvo en los últimos tiempos la gente del colectivo artístico Minga. Ex talleristas del Centro Cultural Arístene Papi, vienen desarrollando una lucha cultural –y también jurídica- por recuperar ese espacio. Sus encuentros (“Mingas”) en la vereda de los galpones que los alojaban (calle Ameghino, en las inmediaciones de la estación de trenes), son auténticas fiestas culturales con variadas expresiones, desde la música, pasando por la danza, artistas plásticos y otros. Emi Diez, uno de los referentes del grupo, nos dice: “…el rol político-social que cumple el artista es el de comunicar bajo una línea ideológica, como por ejemplo la lucha por el respeto y el valoramiento al arte callejero sin la necesidad de entrar en lo que es la política partidaria, que es un tema muy diferente […] Las personas que integramos el Colectivo Minga venimos trabajando con esta idea y buscando estos espacios en nuestra sociedad hace mucho tiempo”.
Y si bien el rock salteño no ha destacado en este tema, con una presencia contundente como en otras latitudes del país, tenemos bandas y solistas que han tocado en diversos espacios de militancia. Quizá sea una cuestión generacional, pero recuerdo varias participaciones de Perro Ciego, gratuitas, en la UNSa, o actuaciones en los homenajes a los Desaparecidos de la última dictadura militar que se hacen cada 24 de Marzo. Y Marcelo Salchi Dique, su cantante, no deja lugar a dudas: “…si tocas, ya haces política […] cada paso que damos con la banda tiene un sentido político, creo, desde las cosas que decimos en los temas y el donde y el cómo llevamos la banda…”. Incluso, los Perro son una de las bandas que han tocado en algún que otro evento organizado por el gobierno provincial, y al respecto comenta que: “…del gobierno actual, ponele, últimamente hay más movida […] lo que pasa es que ves que también hay cosas que no están bien como la corrupción, el abuso del poder y queres estar lo más lejos posible de todo eso…”.
Hay quienes sostienen que el lenguaje es creador, y que lo que no se nombra, no es. Sin embargo, la política está ahí, queriéndola nombrar o no. Desde distintas experiencias, desde distintas posiciones, y sobre todo, desde diferentes niveles de toma de conciencia. Quizá su negación termina siendo simple pose, o una reacción alérgica, propia del imaginario posmoderno, que aunque no queramos, atraviesa todo. Al fin y al cabo, importan las acciones, sus consecuencias y las semillas que estas van dejando.

por: Diego Maita López / ILUSTRACIÓN: Laura Fanelli